jueves, 24 de junio de 2010

Las noches de tu vida aparecen de la misma forma en la que aparecen los sugus de piña en el bolsillo del vaquero; cuando tú ya te habías olvidado de que existían. Y tiene que venir él a recordártelo mientras te canta esa canción de la radio o te tira a la nieve. Así que no puedes evitar devolverle el regalo, y le susurras bajito, con más miedo del que aparentas, que no sabes cómo decirle que él es el único que te sostiene cuando todo lo demás te falla.

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